La respiración es vida.
La respiración es vida, es lo que nos acompaña siempre y nos da la energía de vida. Respiramos espontáneamente de 12 a 18 veces por minuto en reposo. Como ya sabemos, la respiración es el acto involuntario de tomar oxígeno del exterior del organismo, introducirlo en los pulmones hasta los alvéolos donde se produce el intercambio de gases y expulsar el dióxido de carbono.
Así, la respiración es una acción involuntaria, no requiere estar pendiente, es una función del organismo automática pero podemos influir y regularla si la conocemos si tomamos conciencia y así beneficiarnos consiguiendo más autogestión (dominio de nosotras mismas/os), autorregulación y bienestar.
La respiración consciente
De aquí la importancia de pararse a ser consciente de la propia respiración. Si respiro conscientemente, puedo sentirme a mí misma/o, tomo contacto con lo real, con el momento presente, puedo sentir la existencia misma. Este acto tan simple de pararnos y ser consciente de la propia respiración, de la propia existencia nos sitúa en el aquí y ahora más real e íntimo que pueda ser posible, podría decir en una especie de vacío lleno de vida. ¿Hay algo más simple y poderoso para anclarnos en el presente?
La respiración consciente y completa nos aporta beneficios a todo nuestro Ser.
Físicos:
- Oxigena y nutre todas las células, tejidos, fluidos (sangre,linfa) y órganos.
- Moviliza los fluidos y su circulación.
- Masajea los órganos.
- Ayuda a eliminar toxinas.
Energéticos:
- Nos sentimos más ligeras y vitales.
- Elimina el estrés y el cansancio.
- Alivia el dolor.
- Relaja profundamente.
- Ayuda a dormir.
Emocionales:
- Crea el contacto con nosotras mismas.
- Hace más consciente lo que sentimos y por consecuencia lo que necesitamos.
- Nos aporta serenidad y claridad.
- Nos arraiga y crea un anclaje seguro en nosotras mismas, da fuerza, seguridad y autoconfianza.
- Ayuda a sostener nuestras emociones y las circunstancias externas.
- Potencia la autonomía, autogestión e independencia emocional.
- Afianza nuestras capacidades, nos empodera.
- Aporta viveza, alegría y autoestima.
Y lo mejor de todo:
- Es un recurso propio que siempre llevamos con nosotras mismas.
- No falla nunca.
- Lo podemos usar siempre en todas las situaciones y circunstancias.
¿Cómo respirar de manera consciente y completa?
La respiración completa es una respiración torácica y abdominal, larga, lenta, profunda y plena.
Todos tenemos un patrón respiratorio con el que funcionamos habitualmente, según nuestra coraza muscular y nuestro carácter. Así la respiración no es completa, no solemos usar toda nuestra capacidad respiratoria.
La respiración completa es la que va a movilizar totalmente todas las estructuras implicadas en la respiración. La inspiración se hace al máximo de nuestra capacidad, movilizando todo el tórax, diafragma y abdomen. Y la espiración también es al máximo, forzado un poco para eliminar todo el aire posible. Movilizando así también todas las estructuras, desde el suelo pélvico, pelvis, todo el abdomen, espalda, diafragma, la caja torácica , hasta cuello y cráneo.
Como todo, requiere práctica, aunque solo el hecho de pararse, observar, poner atención y respirar de manera completa dentro de las posibilidades de cada uno/a ya tiene un efecto muy beneficioso e inmediato.
Os animo a que empecéis a practicar cinco minutos al día y poder ir confiando en el recurso más valioso para sentirse viva/o.